Search This Blog

14.9.06







Qué mierda que ustedes no nos quieran a nosotras como nosotras los queremos a ustedes...









Anoche fue sueño raro, peculiar

ostras y mares de hambre rompieron
la figura movediza de la costa urbana.
Los deseos se trocaron en dolencias
las mareas en avances noticiosos;
mañana lluvia, pasado mañana, sexo
bajo las nubes y lunas de Valencia, la perdida

Yo soy la última de las musas
desempleadas, y tú, el primero
de los cazadores de telarañas
primoevas, con dos Adanes para cada una.
Despierta, me gritó al oído
y yo, que no soy ciego, rehusé salir
y abandonar el vehículo del camastro,
de la camplaneta enmohecida
y olvidada en el placard de la vecina.