Sé de las marcas que le haces a las páginas
de las letras que usas como leyenda
me subrayastes y me doblastes las esquinas
sin que yo en realidad me diera cuenta
sé de los ayeres y los anaqueles repletos
de variadas opciones, de tu colección
de sustos olvidada en el clóset de los esqueletos
nos relegastes a la zaga de tu obsesión
sé de tus manos y la ilusión de tus senos
sé que no siempre recuerdas el tacto de nuestros cruces
sé de otro que pasaba por ahí, por donde se bifurcan las intenciones
sé de uno que releíste con ahínco unas buenas par de veces
supe que era como andar sin nada de frenos
a toda velocidad por la calle soledad
a nivel del puente de regreso y de las murallas
alrededor de unos tres cinco siete años
que sé a qué se refieren las paredes de tus silencios
6.11.08
2.11.08
epistola cargada
Primera carta desde el futuro
Lo primero primero: Soy tú. O sea, mestoy escribiendo yo mismo pero cuando me lea (cuando por fin tengas estas páginas en tus manos) no lo voy a saber. El instinto me sacudirá y me exigirá la más rigurosa incredulidad. Lamentablemente no tengo tiempo para explicarte nada. Tú sabrás. A mí lo que me importa es evitar la Nada, explorar la permanencia. Así que, olvídate de la razón, en este caso no te servirá de gran cosa.
No lo hagas, porfa, no lo hagas. Si te digo a lo que me refiero, pues nunca leerías esta carta, aunuqe el evento como quiera sucedería. En estas cuestiones lo crucial es la curiosidad, el despertar mental que al fin y al cabo es el que nos hace actuar, el que nos facilita ejecutar las acciones que nos empujan hacia el destino mientras a su vez lo van armando. No dejes quel miedo sea el motor de tus movimientos, no te detengas en esos lugares hipotéticos de los malditos ‘what ifs…’
Cuando tencuentres ante la turbia tendencia de la vida de suministrar excesivas anfibologías, no dependas tanto de tu mente, de lo que ‘crees’ saber. A veces la experiencia sirve para reforzar limitaciones inexistentes. No tienes que arrancarle sentido a todo, la lógica no es esencial para el funcionamiento del universo. Hay inteligencias que operan fuera de las abstracciones humanas, hay cosas que nosotros no tenemos ni siquiera la capacidad de imaginárnoslas, de aproximarnos a ellas a través del pensamiento abstracto o la imaginación.
A veces todo es pura sensación. A veces sólo sientes la verdad, la intuyes sin comprensión. Nada de raro tiene el que tu cuerpo reciba información que tu cerebro nunca canalice; cuando la comunicación ocurre a nivel cuántico, una célula común y corriente carece la capacidad de reconocer lo questá sucediendo muy por debajo de su nivel, de su posición particular en el cosmos. ¿Acaso tenemos ‘conciencia’ nostros deso que sucede en nuestro propio cuerpo a nivel celular? Pues lo mismo, la cadena continúa.
Todo esto porque llegará un momento en el que te cuestionarás eso que conoces como realidad, que serás testigo de algo que no cuaja con tu concepción fenomenológica de la existencia y por lo tanto te verás forzado a interpretarlo a cómo de lugar. Suéltalo, haz buche. Ráscale a la situación para quencuentres y aceptes lo Desconocido. Lo tienes a todo tu alrededor, pero tu propia experiencia te hace pasar por alto las señales, la evidencia de su presencia. Rasca el por qué de tus acciones y encontrarás la Mentira Innegable, el Mysterium Tremendum.
Gasto este tiempo escribiéndome porque la más mínima posibilidad de que funcione y tenga efecto, pues aunque sea ínfima es suficiente como para arriesgarlo todo. De cualquier modo ya la Cosa como que se ha salido del quicio y hay como detenerla de tal —
(hasta aquí la epístola encontrada dentro de las páginas del I-Ching de mi librero)
Lo primero primero: Soy tú. O sea, mestoy escribiendo yo mismo pero cuando me lea (cuando por fin tengas estas páginas en tus manos) no lo voy a saber. El instinto me sacudirá y me exigirá la más rigurosa incredulidad. Lamentablemente no tengo tiempo para explicarte nada. Tú sabrás. A mí lo que me importa es evitar la Nada, explorar la permanencia. Así que, olvídate de la razón, en este caso no te servirá de gran cosa.
No lo hagas, porfa, no lo hagas. Si te digo a lo que me refiero, pues nunca leerías esta carta, aunuqe el evento como quiera sucedería. En estas cuestiones lo crucial es la curiosidad, el despertar mental que al fin y al cabo es el que nos hace actuar, el que nos facilita ejecutar las acciones que nos empujan hacia el destino mientras a su vez lo van armando. No dejes quel miedo sea el motor de tus movimientos, no te detengas en esos lugares hipotéticos de los malditos ‘what ifs…’
Cuando tencuentres ante la turbia tendencia de la vida de suministrar excesivas anfibologías, no dependas tanto de tu mente, de lo que ‘crees’ saber. A veces la experiencia sirve para reforzar limitaciones inexistentes. No tienes que arrancarle sentido a todo, la lógica no es esencial para el funcionamiento del universo. Hay inteligencias que operan fuera de las abstracciones humanas, hay cosas que nosotros no tenemos ni siquiera la capacidad de imaginárnoslas, de aproximarnos a ellas a través del pensamiento abstracto o la imaginación.
A veces todo es pura sensación. A veces sólo sientes la verdad, la intuyes sin comprensión. Nada de raro tiene el que tu cuerpo reciba información que tu cerebro nunca canalice; cuando la comunicación ocurre a nivel cuántico, una célula común y corriente carece la capacidad de reconocer lo questá sucediendo muy por debajo de su nivel, de su posición particular en el cosmos. ¿Acaso tenemos ‘conciencia’ nostros deso que sucede en nuestro propio cuerpo a nivel celular? Pues lo mismo, la cadena continúa.
Todo esto porque llegará un momento en el que te cuestionarás eso que conoces como realidad, que serás testigo de algo que no cuaja con tu concepción fenomenológica de la existencia y por lo tanto te verás forzado a interpretarlo a cómo de lugar. Suéltalo, haz buche. Ráscale a la situación para quencuentres y aceptes lo Desconocido. Lo tienes a todo tu alrededor, pero tu propia experiencia te hace pasar por alto las señales, la evidencia de su presencia. Rasca el por qué de tus acciones y encontrarás la Mentira Innegable, el Mysterium Tremendum.
Gasto este tiempo escribiéndome porque la más mínima posibilidad de que funcione y tenga efecto, pues aunque sea ínfima es suficiente como para arriesgarlo todo. De cualquier modo ya la Cosa como que se ha salido del quicio y hay como detenerla de tal —
(hasta aquí la epístola encontrada dentro de las páginas del I-Ching de mi librero)
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