No estoy seguro como fue que
decidimos violar a la noche.
Tú la agarraste por los brazos de alcohol
y ella por las piernas de playa.
Entretantoyo la penetré como
sátiro, como bellaco pederasta
y no paré hasta correrme a
medianoche. Ustedes dos se
quejaron (las mujeres siempre)
porque me comporté con egoísmo,
pero de igual manera las dos
se treparon y cabalgaron la negrura
del resto de la noche hasta por la mañana.
16.3.07
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