en el sueño
tus colores tienen tonalidades obscenas
pero necesarias al final del día
cuando despierto
tu color lo tiñe todo de gratos menesteres
pintando la mañana con el érase una vez
al fondo del pasillo la puerta está entreabierta
la luz que escapa es la aurora boreal de tu centro
en el sueño
el rojo vivo de lo que quiero está entre tus dedos
pero te lo robas junto con mi calma y sereno
cuando despierto
no recuerdo el trino de tu mirada ni la osadía
de tu viva voz cantando bajo el fuego de la ducha
la justa medida de lo que falta está perdida
dentro de tu bolso las palabras fluyen a granel
en el sueño
las piedras rompen las olas en un millar de refracciones
y las nubes nos caen encima como cansancio viejo
cuando despierto
despuntan las ilusiones más allá del sol
algo allá arriba durará más que este sol
la oscuridad no miente pero engatusa con gusto
y yo que no sé cómo te retengo entre mis causas
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